Elena y el
camino azul, está dedicado tanto a los/las niños/as como a su
familia, especialmente a aquellos más inquietos, impulsivos, que tienen más
dificultades para pensar antes de actuar, controlar sus emociones, a los que
les resulta más difícil ponerse en la perspectiva de los demás y que necesitan
entrenamiento en habilidades sociales.
El cuento ayuda
a los/las niños/as a tomar conciencia de cómo una mala decisión, un mal
comportamiento, en un momento determinado, nos puede conducir a un camino de
errores (el camino rojo, el camino de las caras tristes, enfadadas, de los
castigos), mientras que una buena decisión nos puede conducir a un camino de
acierto (el camino azul, el camino de las caras felices, contentas, de los
premios).
En la
historia se propone una estrategia para ayudar a los/las niños/as a cambiar a
tiempo su actitud, haciéndoles ver que siempre podemos retroceder en el camino
rojo y adentrarnos en el camino azul.
Se ha
trabajado adaptando un poco la historia, para contextualizarla con
los problemas y actitudes que surgen en clase.
A fin de
mejorar las relaciones, crear conciencia de lo que está bien y de lo que
está mal y buscar opciones alternativas a las malas conductas, se han
hecho en clase dos murales: uno del camino rojo y otro del camino azul. A
priori todos los/las niños/las comenzarán en el camino azul, si en algún momento
determinado alguno se portase mal, pasaría a estar situado en el camino rojo.
Entre todos/as en una asamblea se buscarán soluciones para que el/la alumno/a
que esté en el camino rojo, pueda pasar al camino azul.

Con el
objetivo de generalizar aprendizajes, sería conveniente que desde casa se
trabaja en la misma línea, ayudando al niño/a a situarse en el camino azul. Cuando veamos el comienzo de conductas inadecuadas simplemente nos basta con
preguntar “¿en qué camino estás?, ¿cómo es ese camino?, ¿a qué camino debemos
ir?, ¿qué hay que hacer para estar en el camino azul?” y del mismo modo cuando
veamos que las conductas y comportamientos sean adecuados podemos felicitar a
los/las niños/as diciéndoles lo contentos que estamos por verle en el camino azul.
Cuando la
situación se nos haya ido de las manos, y el/la niño/a haya estado por mucho
tiempo en el camino rojo, tenemos que hacerles ver las consecuencias de sus
actos. Sería recomendable que nos sentáramos con él/ella y dibujáramos dos
senderos. El rojo en el que se indicarán las caras tristes, enfadadas, en el
que se le hiciera referencia al mal comportamiento que ha tenido, y las
consecuencias negativas que tiene y uno azul en el que dibujáramos caras
felices y viéramos que comportamiento podríamos haber tenido y la recompensa
del mismo. Lo importante es que sea consciente de que siempre se puede volver
al camino azul.
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Ejemplo |
CONSEJOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA:
* Ningún niño/a nace sabiendo cuáles son las pautas aceptables de comportamiento social. Del mismo modo que le enseñamos a vestirse o hacer los deberes, debemos enseñarles a cómo relacionarse.
* Para aprender los niños necesitan modelos que le sirvan de ejemplo.
* Hay que enseñar cómo deben comportarse, cuándo deben o no deben hacer algo y el por qué.